El retorno de Villarina

Me llamo Villarina, tengo dos años y soy una cosa parda. La historia que os voy a contar comienza el día en que mis hermanos y yo nacimos. Fue en una cueva prqueñita que mi madre habñia excavado debajo de una gran piedra. La osera – así se llamaba nuestra casa- fue nuetsro hogar al principio.

Éramos tan frágiles que nuestra vida dependía de la leche y el calor de mi mamá. ¡No teníamos pelo, pesábamos menos que un libro y éramos ciegos!

Fuera era invierno y el bosque estaba cubierto de nieve. Cuando mamá supo que mis hermanos y yo estábamos de camino, comenzó a comer muchas castañas y bellotas para ponerse gorda como una peonza y así poder fabricar leche rica y nutritiva para nosotros. Además, dentro de nuestra osera, respiraba más despacio y hacía que su corazón latiese más lentamente que de costumbre. Así es como ahorraba energía. Ella sabía que el invierno sería largo y no podría salir a buscar comida.

¡Nuestra mamá era increible!

FIN

Rosalía.

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